viernes, 26 de enero de 2024

Poesía por Palestina (en el Ateneo de Granada)

Muy agradecida a tod@s l@s poetas de Granada que participaron en la lectura  “Poesía por Palestina. Versos contra el genocidio”, también a Álvaro Salvador y al Ateneo, a toda la gente que asistió como público y que llenó la sala, a Antonio Arenas que grabó el encuentro, y a mi compañero Ángel Olgoso que sacó fotografías de cada lectura. ¡Gracias por vuestra solidaridad! 
Os recuerdo que la ONG UNRWA sigue recaudando fondos para prestar ayuda. Aquí os dejo con el número de cuenta:
ES48 2100 3662 6422 0011 3462 (Concepto: Ayuda a Palestina)
Os dejo con el enlace al vídeo de Youtube subido y editado por Antonio Arenas.
Y con el reportaje publicado en Ideal en Clase.
¡Gracias Antonio Arenas por tan completo reportaje!








Presentación de "Nómadas" de MªÁngeles Barrionuevo

Un verdadero gusto el haber acompañado a Mª Angeles Barrionuevo en la presentación de su poemario "Nómadas", un libro que recomiendo leer, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada. Aquí os dejo con algunas fotos gentilmente sacadas por Antonio Carbonell Sanchez, con mis palabras y con la portada. ¡Animaros a leerlo!





PRESENTACIÓN DE “NÓMADAS”, DE MARÍA ÁNGELES BARRIONUEVO

Es necesario, más que nunca, que la poesía se sitúe frente a frente ante una realidad global, y no sólo ante aquello más inmediato y cercano. Es primordial que sea capaz ponerse en la piel de otras personas nacidas bajo circunstancias desfavorables. En estos tiempos de atropellos, guerras y genocidios, así como de diversas problemáticas sociales y climáticas, dar voz a los que no pueden alzarla es un deber ineludible.

Porque aunque los poetas hayamos cantado desde siempre las maravillas del mundo y empapado de la belleza de las estaciones o de los paisajes, porque aunque el ensimismamiento íntimo sea parte consustancial de la labor poética, también es nuestro compromiso plasmar el dolor, la desesperanza, las injusticias y esos silencios cómplices de toda una sociedad ante las dificultades de los otros. Los poemas pueden llamar la atención y decirnos que no pasemos de largo, que no ignoremos situaciones tantas veces repetidas en la historia de la humanidad: el uso del poder, de la codicia o de la fuerza contra los más desvalidos.

Lamentablemente, siglo tras siglo, se acentúa el contraste entre los países del norte y del sur. Y estos abismos insalvables de condiciones de vida tan opuestas, obligan a los que los sufren a desplazarse, a buscar otros espacios para subsistir y dar a sus descendientes una mejor calidad de vida. Inmigración, petición de refugio, desaparecidos, tráfico de personas, arrestos... son términos con los que María Ángeles, por su trabajo como procuradora, tiene que relacionarse a diario. Se dice que la poesía, cuando se escribe o se proyecta desde la experiencia y desde una verdad interior, logra emocionar, abre un canal de comunicación directo con los lectores, amplía los márgenes de la palabra.

Eso es justamente lo que sucede con la escritura de Barrionuevo, no deja al lector indiferente, sabemos que la poeta está hablando desde una primera persona real y no ficticia, que siente cada verso volcado en el papel. Y su decir es pausado, con un poso hondo que ha nacido a fuerza de asimilar profundamente lo relatado, de meditar para regalarnos no un discurso acalorado o partidista sino una voz cercana a la sabiduría, empapada de sencillez y frescura. Tal como nos dice la autora en la contraportada, “nuestra cultura está destilada en alambiques que se pierden en la historia, por lo tanto debería ser casi imposible mirar al que llega desarraigado sin considerarlo hermano literalmente hablando. Este poemario también es un intento de comprender, de usar la curiosidad, don valiosísimo, para acercar la mirada a otras realidades. Un intento, lo confieso, de ser más humilde, menos engreída, pero sobre todo una semilla de esperanza”.

Hay un poema precioso del libro donde la autora, en mi opinión, realiza un autorretrato enlazando la idea de la escritura con el tejido de la célebre y mítica Pénelope:

PENÉLOPE

Tienes que olvidarte de contar,
de retener sus nombres,
de imaginar sus caminos.

Debes construir un muro para no sentirlos.

Pero, por las noches,
tejes hermosas historias con sus nombres,
das finales felices a sus vidas.

Y las desarmas a la mañana siguiente,
como una Penélope despistada,
para poder continuar.

Barrionuevo no deja de plantear a lo largo del volumen el hecho de que todos somos hermanos, alusiones y poemas muestran claramente esta postura. Desde la cita inicial de Gioconda Belli que dice: “Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de sueños, / que no pueden detener los traficantes de la muerte”, la de Hipatia de Alejandría (“Independientemente de nuestro color, raza o religión, somos hermanos”), hasta la de Guido Barbujani (“No existen las razas / cada ser humano es diferente a los demás”), se aprecia este anhelo de hermandad.

Y tal como escribí en el prólogo: “El libro comienza con la figura del mar y del ser humano frente a él: valiente, decidido a cambiar ese destino gris y lleno de fatalidad que lo marca. Y la espiral de la narración se cierra con un emotivo poema a una ‘niña de invierno’, donde la poeta se reconoce y se mira como en un espejo. El volumen se divide en cuatro partes: ‘Agua’, ‘Tierra’, ‘Mi corazón, tu casa’ y ‘Desde aquí’. En cada una de ellas, María Ángeles desarrolla una idea en particular. En la primera el elemento que envuelve todo es el Mediterráneo y la travesía, tantas veces con trágico final. En la segunda parte, el deambular de los que emigran por tierra extrañas y la búsqueda simbólica de ese edén perdido. En la tercera, la voz poética se ofrece como un elemento benigno y luminoso, como un refugio para iniciar la andadura de los que llegan, exhortándolos a no olvidar su infancia y lo original del mundo auténtico que dejaron. Y, en la última parte, a modo de conclusión, el poemario se cierra con un enfoque más global que muestra cómo se desenvuelven los inmigrantes −y nosotros− en una tierra compartida. Agradecemos a la autora el uso de nombres propios (Adnan, Ela, Dembe, Sikhou, Nesta, Tami), ese esfuerzo en visibilizar lo que cuenta, y cómo se sitúa desde un campo vivencial, directo, y no desde la abstracción o desde un discurso. La poeta resignifica las definiciones de “frontera”, “orilla”, “paraíso”, o la figura de Ulises y de Penélope; hay un intento explícito de indagar en los significados profundos de las palabras que solemos vincular a la inmigración, hay una voluntad de no juzgar el deseo de elegir el lugar de residencia, de sugerir la posibilidad de un planeta sin muros ni cercos de ningún tipo”.

Las historias humanas de este libro están perfiladas a través de estampas, son como una acuarela, un grupo de pinceladas que revelan a la vez que ocultan, un óleo que los lectores debemos completar. Intuimos trayectos desesperados que realizan cada día subsaharianos y marroquíes para llegar a las costas de España camino a esta o a otros destinos de Europa; nos envuelven plegarias y cantos ancestrales; nos salen al encuentro arenas, deidades acuáticas, velas, harapos, manos morenas.

Os invito a leer y disfrutar este libro, a que os arrope la voz armoniosa, sensible y sutil de María Ángeles Barrionuevo. Os aseguro que vivificará vuestra mirada, que ayudará a transformar vuestra disposición ante los conflictos no resueltos del planeta, que renovará vuestra escucha.

Su actitud, la danza de su lírica sobre el papel, es un susurro que cala en nuestro interior; porque ella no busca la complacencia, ni tampoco hace una crítica feroz o panfletaria, no nos habla desde una postura aleccionadora, tan solo pinta con gran veracidad y plasticidad −y con un tono de intimidad compartida− un tema tan contundente como es el ser nómada, el desplazamiento forzoso, una opción que demasiados seres humanos se ven obligados a elegir para cambiar su destino.




martes, 16 de enero de 2024

Gracias a Antonio Arenas por hacerse eco de mi trabajo de difusión de la poesía a través de los títeres y otras modalidades escénicas. Os dejo con el artículo publicado en Ideal en Clase y también en alhama.com.














jueves, 11 de enero de 2024

Poema y dibujo en la revista Masticadores

Colaboración en la revista Masticadores, donde comparto uno de los poemas de mi libro inédito Piedra que mengua y un dibujo de una serie relacionada con el poemario.


Anoche, cuando dormía

−recostada mi piel sobre el mundo−

mis pechos de paloma,

mi cabeza,

y mis brazos en cruz,

navegaban

ensueños.

Y en cama de cristal mi mente ardía:

brumosas procesiones de vapores,

volcanes y orogenia,

un vals de continentes

siguiendo ese compás de las edades.

Y centurias de años,

plancton, peces, reptiles

que luego levantaron sus afanes,

irguiendo y conquistando las planicies.

Y esa voz que rugía

desde cada minúscula espora,

que anunciaba tan alto

su pasión de crear y decirse,

su pulsión de nacer y morir,

y volver a mirarse

en espejos de piedra o de agua,

en espejos de bosque o de cielo.

Anoche cuando dormía,

mi latido se unió a su latido,

a la respiración

de este milagro.


Anoche cuando dormía 
(Antonio Machado)


NOTA DE LA AUTORA

En esta serie realizada en blanco y negro, a plumilla, he acercado mi mirada a la piedra como elemento potenciador de metáforas, y buscando posibilidades expresivas al ponerla en relación con otros de un entorno imaginario y sensitivo. Juego con los versos (las palabras) y con los espacios vacíos (el silencio). Esta pequeña propuesta fue elaborada durante mi residencia literaria en Óbidos, concedida por Granada Ciudad de Literatura UNESCO. He intentado que la sutileza del trazo, la geometría de las composiciones trasladen al lector a los orígenes de la poesía visual en los que las palabras y las imágenes dialogaban en estrecha armonía. Los textos incluidos en estas ilustraciones pertenecen a mi libro inédito “Piedra que mengua”, os dejo con una muestra de mi trabajo.