sábado, 31 de octubre de 2020

Tres poemas en la Fonoteca Española de Poesía

Ha sido todo un privilegio grabar tres poemas de Jardín imposible para la Fonoteca Española de Poesía. Gracias por la oportunidad de compartir mis versos y por su labor.

 


 

Botánica personal

En La Página de los Libros del diario Ideal, el querido amigo Miguel Arnas (magnífico, prolífico y patafísico escritor) publica una breve reseña de mi poemario Jardín imposible.



 

BOTÁNICA PERSONAL

(Miguel Arnas Coronado)



Premio Luis Carrillo de Sotomayor de Poesía 2020, este Jardín imposible de Marina Tapia está compuesto de poemas y versos como ramas, hojas, peciolos, flores, frutos iridiscentes, estambres y pétalos, raíces, bulbos y rizomas. Acaso porque ella misma se transmuta con palabras en esos estambres, corolas y raicillas. Son esas palabras quienes cumplen la función botánica y clorofílica, son los versos quienes se hacen planta, tierra y mito. Que eso es este poemario: mito, religión natural. Ya Marina Tapia mostró predilección por este tema en Marjales de interior, otro poemario soberbio. Lo femenino, si es que eso existe y no es simplemente humano, se convierte aquí en lo vegetal y en reflexión, porque Tapia les regala a las plantas un alma. Acompañados de los dibujos de Guillermo Rodríguez de Lema, el casamiento entre palabra e imagen es tal que uno, aun sabiendo que es un poemario y no un libro de arte, goza de ambos aspectos como cenando con el amado se goza del paladar y de la amorosa charla. Florecen estos versos y cosquillean la sensibilidad del lector tanto como su sentimiento. Tampoco tiene afán de totalidad, y uno desearía que Tapia prolongase estos poemas, unos en verso libre, corto y eficaz, y otros en prosa poética, hasta alcanzar el orgasmo de la absoluta floración.

sábado, 24 de octubre de 2020

Presentación de Astrolabio ilustrado en Ideal

Compartimos el artículo de Antonio Arenas publicado en el diario Ideal en su edición en papel el 20 de octubre, así como el enlace a artículo completo del suplemento IDEAL EN CLASE, que contiene fotografías, ilustraciones del volumen y los tres textos íntegros de los presentadores. Gracias a Antonio Arenas por su incansable labor informativa en beneficio de la cultura de Granada.

 



UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD 

PARA 'ASTROLABIO', DE ÁNGEL OLGOSO


                                                                 Foto: Antonio Arenas


Hay libros que se publican y en poco tiempo pasan a dormir el sueño de los justos (por no decir a ser olvidados en una estantería, en el mejor de los casos, o al contenedor de reciclado de papel). Otros, en cambio, como los buenos vinos, ganan con los años e incluso se revalorizan por su rareza, calidad y dificultad para encontrarlos. Algo así es lo que le ha ocurrido a la edición de 'Astrolabio', de Ángel Olgoso (Granada, 1961), editado en 2007 por cuadernos del Vigía que, en las librerías de segunda mano, se cotiza a cerca de 150 euros. Por ello, el autor ha creído que obra merecía una nueva oportunidad -y nuevos lectores- con un importante valor añadido: las ilustraciones de la artista chilena Marina Tapia (Valparaíso, 1975). Y todo por un precio mucho más asequible del que veníamos encontrando en las librerías de segunda mano.


Y, por fin, esta nueva edición ilustrada de la obra "de uno de los grandes cuentistas en la lengua de Cervantes", en palabras de Fernando Valls, se presentó en público en el Cuarto real de Santo Domingo, ante un público que, con cita previa, ocupó este espacio. Sobre la tarima, el periodista Andrés Cárdenas que contó varias curiosidades y anécdotas relacionadas con Olgoso, para terminar afirmando que este narrador "utiliza un universo, su universo, para decir lo que siente y dice lo que siente para completar su universo. Con 'Atrolabio' -añadió-, el lector se lo pasa bien porque le permite acrecentar un montón de sensaciones: la de estupor, la del miedo, la del asombro, la del humor incluso..." Por su parte, Marina Tapia, en su breve intervención, explicó cómo surgió la idea de la reedición con el valor añadido de sus ilustraciones. "Fue el primero que leí y me deslumbró -dijo Tapia-. Se prestaba a ser ilustrado con imágenes potentes pero sencillas que no repitieran lo ya narrado. Me basé sobre todo en el mundo de los objetos".


Caleidoscopio


Ángel Olgoso fue el último en hacer uso de la palabra para leer unos folios en los que fueron desfilando relevantes figuras de la narrativa como Eca de Queirós, Álvaro Cunqueiro, Italo Calvino, Borges, Bioy Casares, perucho, Carlos Edmundo de Ory, para terminar con la lectura de varios de los relatos incluidos en 'Astrolabio' que definió como un "libro poliédrico, versátil, un pequeño caleidoscopio hecho de sueños disparatados, un puñado de miniaturas un tanto desaforadas sorprendidas en esta deliciosa edición de belleza casi artesanal a cargo de la editorial Reino de Cordelia, donde brotan libros hechos para la fruición de los sentidos, con un papel, unos detalles gráficos y una tipografía que son toda una tentación para los lectores ávidos de belleza". Además, el escritor citó a uno de los primeros lectores que le comentó que con este libro "había experimentado algo semejante a un menú de Ferrán Adriá, muy variado, de sabores audaces y texturas sorprendentes que iban de lo dulce a lo salado, de lo crujiente a lo gelatinoso, de lo ácido a lo agrio, de lo esponjoso a lo quebradizo". Tras el acto, Marina y Ángel, provistos de guantes, dedicaron los ejemplares con los que habían acudido la mayoría de los asistentes. 


domingo, 18 de octubre de 2020

Un honor haber participado en el variado y completísimo número monográfico del Boletín del Centro Artístico de Granada, con motivo de la celebración de su 135 aniversario. Os dejo con mi poema-homenaje y con la hermosa portada, obra del pintor Jesús Conde.





CENTRO CARDINAL




en el eje preciso

del cuerpo recostado

de la ciudad que verso

burbujea

        un lugar

como un baúl de cartas

escritas con el pulso tembloroso

del hoy y del ayer



arcón de la memoria



un parterre del arte levantado en el mapa

una alberca profunda donde Lorca se mira

un árbol de palomas-boletines

una noria de eventos

un saquito de esencias que no rompe la prisa



un enclave telúrico

una trenza de vías

en que el norte y el sur se cortejan...



el lugar donde un día infinito

me dio cita el amor



El dolor no se ve, se escucha


Ha sido un privilegio participar en el recita El dolor no se ve, se escucha. El pasado 17 de octubre, Día del Dolor Crónico, y organizado por Ana Castro, varias poetas de la Asociación Genialogías, celebramos una emotiva lectura a través de la plataforma Zoom. Os dejo con el poema que leí.





RUEGO DE LA CUIDADORA


Para Ángeles, in memoriam



Sin estorbo

acojo las palabras que regalas,

mientras doy a tu espalda el alivio

que otorgan las pomadas y mi escucha.

Soy como una compuerta

que se abre

donde puede fluir libremente

tu río de quejidos y saberes.

Vivimos cada día encadenadas

a ritos del aseo,

a pautas del menú,

a largas procesiones de pastillas,

a las gotas que calman tu pupila rendida.

Me llevas sin remedio

a la última estación de los caminos,

a intuir el perfil de la muerte.

Y este salón modesto de mi risa

pierde su frescura, y me encuentro preguntas

al cerrar los armarios,

mientras tejen nostalgias

cada hebra de luz, cada objeto,

y un olor de penumbra-desidia

impregna los cajones de las horas.


Ordenar los cojines, disponer la blandura

para tu voz de fénix

que ya no tararea en las mañanas.


No pienses, no convoques, no busques el final,

acomódate aquí, que te traigo

películas antiguas,

libros, discos,

mensajes de lugares,

castillos interiores.


Mira,

el nardo del invierno ya se abrió:

plantaremos un sol en mitad de tu noche.



sábado, 17 de octubre de 2020

Día de las Escritoras en La Zubia

El pasado 15 de octubre participé -rodeada de buenas amigas- en la V Edición del Día de las Escritoras, organizado por la Biblioteca Miguel Hernández de La Zubia y el Centro de Igualdad Trece Rosas, leyendo textos propios y de otras autoras de todo el mundo como homenaje a su labor creativa.

Os dejo con mi poema y con el de Ángela Figuera Aymerich.


 


 

VOCACIÓN

Yo solo sé que es un placer que duele,

que es un dolor que atormentado halaga,

llama que de la vida se alimenta,

mas sin la cual la vida se apagara”

(Rosalía de Castro)


Si alguien me pregunta por mi oficio

o pide que describa lo que hago

¿qué diré?

Responderé segura soy poeta.


He sido, soy, seré poeta.

Y así como luciérnaga

que el fango del pesar alumbra,

un grillo que inaugura

la lumbre,

la alegría del verano

yo seguiré entonando

mis músicas secretas,

y cada exhalación, cada grafía

que vive en mi interior será textura,

un auténtico enjambre de aliento,

un quejido feliz.


Poeta precedida de otros vuelos

sobre la misma flor del mundo.


Pequeña es la palabra escrita,

de holgada magnitud.

 

Arrojo y discreción.

Elevación y hondura.

Poeta.


 


 


NO QUIERO

(Ángela Figuera Aymerich)



No quiero
que los besos se paguen
ni la sangre se venda
ni se compre la brisa
ni se alquile al aliento.
No quiero
que el trigo se queme y el pan se escatime.

No quiero
que haya frío en las casas,
que haya miedo en las calles,
que haya rabia en los ojos.

No quiero
que en los labios se encierren mentiras,
que en las arcas se encierren millones,
que en la cárcel se encierre a los buenos.

No quiero
que el labriego trabaje sin agua,
que el marino navegue sin brújula,
que en la fábrica no haya azucenas,
que en la mina no vean la aurora,
que en la escuela no ría el maestro.

No quiero
que las madres no tengan perfumes,
que las mozas no tengan amores,
que los padres no tengan tabaco,
que a los niños les pongan los Reyes
camisetas de punto y cuadernos.

No quiero
que la tierra se parta en porciones,
que en el mar se establezcan dominios,
que en el aire se agiten banderas
que en los trajes se pongan señales.

No quiero
que mi hijo desfile,
que los hijos de madre desfilen
con fusil y con muerte en el hombro;
que jamás se disparen fusiles,
que jamás se fabriquen fusiles.

No quiero
que me manden Fulano y Mengano,
que me fisgue el vecino de enfrente,
que me pongan carteles y sellos
que decreten lo que es poesía.

No quiero amar en secreto,
llorar en secreto,
cantar en secreto.

No quiero
que me tapen la boca
cuando digo NO QUIERO...