domingo, 31 de julio de 2022

Convivencia poética II

Como no hay primera sin segunda, hemos repetido el Encuentro Poético en Íllora, esta vez en torno a otros poetas como Luis Rosales, Walt Whitman, Gabriela Mistral y la íberorromana Egeria. Han sido dos días intensos y cálidos de dinámicas literarias relacionadas con la naturaleza y disfrutando de la amistad.









Reseña de "Y además...", de Antonio Carbonell



FRAGMENTOS DE CLARIDAD


    Llena de entusiasmo, os invito a que leáis “Y además...” (Dauro) de Antonio Carbonell, un bellísimo poemario que nos deja con el deseo de adentrarnos aún más en la espesura de esas palabras acomodadas como pistas o huellas entre sus páginas. Este es un libro que aborda temas como el dolor, la revisión del pasado, las pérdidas, el amor o la muerte, desde la sutileza y los detalles, que presenta diversas instantáneas de la vida sin caer en una narratividad plana. Insisto, ha sido todo un regalo este volumen que me ha hecho sentir, nuevamente, que la poesía realizada con pasión, entrega y cuidado se asemeja a un instrumento bien afinado, capaz de emitir la música más envolvente y precisa. Una melodía con los compases justos, con los silencios necesarios, con la dosis exacta de emotividad y reflexión.

    En el primer conjunto de poemas del libro, titulado “De un tiempo a esta parte”, la cita de Alejandra Pizarnik (“cada palabra dice lo que dice/ y además más y otra cosa”) se puede leer como un manifiesto al mostrarnos que las verdades son poliédricas, que el lenguaje está hecho de cortinas a descorrer para poder ver el paisaje genuino y, aun así, éste seguirá cambiando. Junto al autor, sentimos que todo lo que nos marca encierra un enigma, una pregunta, que la realidad es compleja a pesar de su apariencia monótona. Potentes y novedosas imágenes son utilizadas por Antonio Carbonell como la del soplador de vidrio que observa el cristal mutando al ser tallado al aire, o aquella 'terca gota de agua' que puede dar alivio lo mismo que servir como medio de tortura. En esta parte, el poeta se acerca y se aleja para observar mejor, para reflexionar, lanza las preguntas necesarias, mira de lejos su pasado 'sumando los días que nos restan'. Os dejo con un excelente poema de esta parte:

“Además de atrapada al vuelo
la prende a un alfiler,
tras el cristal relega sus colores,
quiere para sus ojos
esa perfecta simetría de las alas,
la gracilidad armoniosa que el aire sostuvo.

Con avaricia
acapara para su colección
otro trofeo de valor ilimitado.
Reunidas las mariposas
rastrea en el enigma
de su belleza inexpugnable,
además,
el arte soberbio que posee lo efímero”

    El segundo grupo, bajo el título de “Efectos personales”, arrebatará al lector con sus confesiones más rotundas, con su camino por una casa abandonada que conserva 'la tangible densidad de ciertas manchas', con su paseo entre fotografías, conversaciones por teléfono con 'un sopor de pausas suspendidas', con sus insomnios, con sus espejos que muestran 'una sola deuda contraída' o con esa poderosa imagen del bumerán incesante. “Restituirá la carcoma el orden del vacío” asegura el poeta esperanzado, mientras su 'canción de ahogado' bracea por el dolor de lo que no será. De cuántos trajes puede vestirse la palabra y, las del autor, tienen los destellos irisados del cristal de Murano, tienen el pespunte invisible de los buenos trajes. La voz de Antonio declara: “frente a los escaparates,/ o reflejado en los charcos,/ lo que cambia es lo valioso”.

    En todo el libro hay un deseo intenso de tratar de definir los matices, las sensaciones sutiles, esos elementos no siempre nítidos de la realidad, de buscar el mundo de lo mínimo. Se nos muestra un ambiente donde cada pieza es una marca íntima, una pequeña revelación.

    Y saborearemos lentamente, como un vino delicioso que se extingue en la copa, el último poema con el que el autor cierra el libro. Un texto lleno de ironía dolorosa, de lucidez que da en la diana. “Así asumo mi diferencia:/ analizando lo irregular/ ajeno al ardid/ de reposados parecidos./ Indefinida y concreta/ es tan amable la oscuridad,/ su reflejo intuido/ por mis certezas deformes./ Prefiero el anonimato./ Demasiado increíble/ para triunfar en el circo,/ inútil ejemplo de nada.”

    Os invito al disfrute intelectual y emocional que Antonio Carbonell nos regala tan generosamente con su literatura, sí, de la buena.

(Marina Tapia)

sábado, 30 de julio de 2022

Reseña de "Corteza" por Miguel Arnas

Agradezco de corazón al querido amigo Miguel Arnas su excelente reseña de mi libro "Bosque y silencio", aparecida en la sección cultural de Ideal 'La página de los libros' el pasado 23 de julio.
 
 

viernes, 29 de julio de 2022

Corteza en la revista Zenda

Comparto con gusto esta selección de poemas de "Corteza" (ElEnvés Editoras) que ha publicado la revista Zenda.



viernes, 22 de julio de 2022

Finalista Premio Internacional de Poesía Dama de Baza

Un privilegio el haber sido finalista del Premio Internacional de Poesía Dama de Baza, promovido por el Aula de Cultura y Humanismo. Fue una gozada poder asistir a tan precioso acto. Agradezco al Ayuntamiento de La Zubia por proponer mi candidatura para este galardón, que pone en valor la labor cultural. Y felicito al ganador de esta edición, el buen amigo y excelente poeta Juan Carlos Friebe y a los demás finalistas. Os dejo con las palabrillas que pronuncié y con algunas fotos.









"Doy las gracias al Ayuntamiento de Baza, al Aula de Poesía y Humanismo “Dama de Baza” y a los organizadores de este evento que tienen tan presente la promoción de la cultura. También agradezco el apoyo constante de mi pareja, el escritor Ángel Olgoso, que siempre se entusiasma con cada uno de mis proyectos, con cada uno de mis libros, que me sostiene de manera incondicional. Y, como no, a mi familia que siempre ha fomentado mis inquietudes artísticas.

La poesía ocupa un lugar fundamental en mi vida, y no solo el hecho de escribir, sino también la lectura de ella, la búsqueda de su lugar en la cotidianidad, en los entornos, en el acontecer diario. La literatura y, en especial, el género lírico han enriquecido mi existencia al multiplicar las sensaciones y las posibilidades, al dotar de un volumen plástico lo corriente.

María Zambrano decía “la poesía es lo único rebelde ante la esperanza de la razón” y, justamente, tantas veces componemos un texto invadidos de ese espíritu de sublevación ante una lectura fácil de la realidad, cuántas veces deseamos que los textos desplieguen alternativas, visiones poco frecuentes, nuevas posibilidades. Vicente Huidobro nos señala que “los verdaderos poemas son incendios”. Y creemos con él que el fuego del lenguaje transforma el mundo, podemos incluso comprobarlo, si no hubiera existido Rubén Darío, y tantos otros modernistas, quizás la incorporación de lo diferente, de lo mal llamado “exótico”, de lo particular no se hubiera aceptado con la misma soltura en nuestro imaginario; sólo a través del arte y la literatura se asimila el oleaje, la marejada de cada arremetida de los tiempos.

Mi vinculación a la creación parte muy pronto, a los ocho años ya componía poemas, se podría decir que llevo casi cuarenta años conviviendo con esta delicia de los sentidos y la mente que es la poesía, con este arte cercano que tanto da y tan poco pide: lectura, búsqueda, confianza en nuestra voz propia.

Pero este camino, aunque se viva desde el yo y en primera persona, no es una vía Domitia solitaria, se podría decir que soy hija de Gabriela Mistral, que mi abuela es Blanca Varela o Clara Janés y que mi tatarabuela es Emily Dickinson y tantas otras…

Y he querido transmitir esta burbujeante alegría que me dan los libros a diferentes grupos de personas (de todas las edades) a través del recitado, de puestas en escena con títeres y otros elementos teatrales, de talleres y charlas divulgativas, porque creo que nuestra lengua alcanza su verdadera dimensión cuando se comparte, cuando se pone en relación con la escucha de otros, volviendo a ser −otra vez− algo esencial, como lo fue en el principio de su andadura.

Por eso, estas sencillas palabras de gratitud y en la alegría de haber quedado finalista en el Premio Dama de Baza, sirvan como un saludo cálido y efusivo a todas las mujeres que −desde su trabajo tantas veces a la sombra o silenciado− han ido componiendo mi poética, han ido abriendo los espacios para que se desarrolle −sin estorbo− la literatura de las escritoras.

A ellas y a vosotros que creéis en la libertad que dona la creación os doy las gracias".

"Estampas de La Fuente" en el Boletín de la Academia de Buenas Letras de Granada

Un privilegio volver a colaborar en el Boletín de la Academia de Buenas Letras de Granada. En este caso, en el número 18 con un poema homenaje a Fuente Vaqueros, perteneciente a mi libro "Islario" de inminente publicación.








ESTAMPAS DE LA FUENTE


“Sobre el olivar
hay un cielo hundido
y una lluvia oscura
de luceros fríos.
Tiembla junco y penumbra
a la orilla del río”.

Federico García Lorca



Para Ana Gálvez y Pepe Salobreña


I

Te amé cuando el paisaje,

cada casa del pueblo,

cada puerta irradiaba

su verdadero espíritu.

Dos años te habité, Fuente Vaqueros,

para atajar aquella intensidad,

las simas de emoción que te recorren.

Palpé tu piel sembrada de belleza.

Te recorrí de noche o al cobijo

del sol y de la luna,

marjal de la memoria

que todavía arde

y rescata.

Fui tu pupila atenta,

amante que buscaba

el diálogo profundo del Genil.


Soy el ave extranjera que hizo nido en tu centro.


Mi vocación ha sido atestiguar

las luces y la suma del misterio.



II


El sol juega en el bosque de los chopos,

en su celda de luz y de sombras.

Tablero de ajedrez.

El rey de los marjales siempre gana.



III


Noche estrellada,

inmensa,

contenida en la dula,

periférica noche,

me quie br o

sobre este pavimento

que levantaron árboles en fuga,

me quiebro como ellos para verte

y todas mis aristas

apuntan hacia ti.

Así sea, me digo,

hágase en mí tu luz sobreviviente.

Una interrogación

(por cada hoja)

que suba

hacia la plaza de los astros.



IV


Esa música

que siempre inunda todo de pasado,

y que encajona el tiempo.

Música…

… agua de la Vega,

lluvia subterránea, tarareo

que trae su pregón: preludio

del canto que entretejen las raíces.



V


Te vas.

El campo y yo quedamos con tu risa

prendida como cardo.

Qué calima de angustia.

Todo es paso y camino.

Degustamos el sol

y enseguida una nube lo esconde.

Pinceladas, instantes fecundos

son la sal de este viento

que nos roba el acopio, el hallazgo.

¿Por qué? ¿Por qué te vas, verano?



VI


Federico,

imagino que vienes

del campo y que me dices:

todos los brotes

de este marjal son tuyos,

hay soles de maíz que desgranar,

hay versos que alumbrar junto a la tierra.



VII


Esta noche de luna

quemad cada palabra,

y plantad una nueva, una sola,

limpia y contenida.

Dejadme que la bese, que me hunda

feliz

en su misterio.



VIII


Quiero ensayar las formas, el color

como ensayan las casas

del pueblo sus fachadas,

el grosor de las rejas,

las piedras del zaguán.

Y aplacar este miedo

feroz

al porvenir.



IX

Y vendrán con su légamo los días,

vendrán

con sus significantes a vivirme.

Vendrán hasta mi piel

henchidos de aguacero,

o casi destilados.

Y tú estarás allí como una sombra

contemplándolo todo de lejos,

la envoltura del día y mis pasos errantes.



X


Paseo de la Reina,

yo soy la que camina

cuando la lluvia explica su inocencia,

cuando no existe nadie

que estorbe o contraríe su salmodia.

Soy dueña de lo implícito.

Atisbo mis pisadas.



XI


Yo vine para ser

voluble como sol sobre la fuente,

para dar lo que pide

cada hora del cielo,

cada verso en que estoy contenida.

sábado, 9 de julio de 2022

Presentación en Almuñécar

La noche del jueves 7 de julio presentamos en el parque El Majuelo de Almuñécar "Corteza". Estuve gratamente acompañada por Almudena Rubio, una de las editoras de El Envés, y de Alberto Manuel García Gilabert, concejal de Cultura. Lamentablemente, Álvaro Salvador no pudo acompañarnos como estaba previsto, debido a motivos de salud. Os dejo con imágenes del evento.












miércoles, 6 de julio de 2022

Entrevista en Costa Digital

Agradezco a Almudena Rubio esta entrevista para Costa Digital, centrada en "Corteza" y justo antes de la presentación de este libro en el parque El Majuelo de Almuñécar.



ENTREVISTA A MARINA TAPIA

Almudena Rubio


Marina Tapia, además de artista plástica y divulgadora cultural, es una poeta muy reconocida y muy premiada. De origen chileno, desde el año 2000 reside en España y desde el 2013 en Granada. El próximo 7 de julio presenta en el Parque del Majuelo su libro “Corteza”, recién publicado por Elenvés.

¿Por qué en Almuñécar?
Estoy muy vinculada a Almuñécar ya que es la ciudad donde vive mi madre (la pintora y poeta Pamela Pérez) y un sitio al que hemos “peregrinado” en busca de mar, cultura y naturaleza exuberante desde el tiempo en que vivíamos en Madrid. De hecho, cuando decidí dejar la Villa y Corte para trasladarme a un lugar de ritmo más tranquilo, escogí este bello enclave y llegué a la casa de mi madre antes de instalarme definitivamente en Granada capital. Guardo gratos recuerdos de las primeras visitas a esta bella Sexi, ese impacto visual al verse de pronto rodeada de palmeras, hibiscos florecidos, de casas blancas que escalan las montañas, o por el parloteo de los loros y cotorras.

¿Qué supone “Corteza” en su trayectoria poética? ¿Cuánto tiene de continuidad y cuánto de ruptura?
“Corteza”, de alguna manera, regresa al punto de partida, a mi primer trabajo publicado, “50 mujeres desnudas”, con un tono confesional e intimista. Creo que es el poemario más duro y directo que he escrito, el menos celebrativo de mi trayectoria. Donde el paisaje y la naturaleza (un tema que tanto he desarrollado) aquí no están presentes −aunque se titule bajo el nombre de un elemento natural−. Es un libro que realiza un recorrido simbólico por las sombras de mi vida hasta llegar al punto actual, donde me siento más definida, con una personalidad más madura y agradece este proceso a todas esas manos femeninas que me han apoyado.

Manos femeninas como las de la poeta Ángela Figuera, cuyas palabras abren el libro y sirven de título a sus dos partes: “Raíces hondas” y “Ramas altas”.
Es una poeta a la que admiro mucho, ya que realizó una poesía social que nunca se había hecho antes de esa manera tan intensa. Hondura, agudeza, crítica y autocrítica se mezclan admirablemente en sus versos. Y la cita que he escogido para estructurar el libro muestra −de forma plástica− las dos fuerzas que empujan al ser humano: el pasado con sus condicionamientos y raíces hondas, y el deseo de situarse en un futuro esperanzador que nos eleve con sus ramas altas.

Están también presentes autoras tan diversas como Emily Dickinson, Emilia Pardo Bazán, María Zambrano, Gabriela Mistral o Adrienne Rich.
Todas son autoras que me han marcado por diversos motivos, de las cuales he aprendido a enfrentarme a la palabra de una manera más intensa, desde otras coordenadas.
Emily Dickinson nos invita a entregarnos por entero al ejercicio de la poesía, a comprometernos con la escritura. Emilia Pardo Bazán nos transmite la fuerza para no temer a los círculos literarios cerrados, a las academias, a las convenciones, y nos empuja a seguir cultivándonos, leyendo sin desmayo. María Zambrano realiza una exquisita mixtura de filosofía y poesía, tan nutritiva para la mente. Gabriela Mistral nos enseña a sentir el entorno como algo vivo, a encontrar la mística del paisaje y el paisanaje. Y Adrienne Rich nos recuerda la responsabilidad de las palabras, la necesidad de las alianzas y de la solidaridad humana.

Nos decía que “Corteza” es un libro duro y directo, con un tono intimista y confesional. ¿Se siente más expuesta en este que en otros libros?
De alguna manera sí, aunque mi voz también recoge experiencias colectivas, no sólo estoy contando algo personal que me ha ocurrido a mí, sino también la sensación de una generación que creció bajo la dictadura de Pinochet: la militarización en la educación, la amenaza y el miedo frente a la bomba atómica y la guerra fría (que se refleja en el poema “Siento este rojo en el rostro…”), los dictámenes religiosos, en fin, distintas facetas de esos condicionantes que no permiten que nos movamos con libertad y esperanza
Quizá unos versos que definan el espíritu del libro puedan ser “No exprimiré la anécdota de ayer,/ no voy a triturar mi biografía,/ tan sólo quiero ampliar la voz de un grito,/ pesar mi identidad, ser un conducto,/ volcán donde resurge inacabable/ el magma de la vida./ Acaso doctorarme en los tejados/ junto a esa promoción de golondrinas./ Despertad,/ despertad,/ todo/ vibra”.

“Corteza” es el segundo título de la colección de poesía Inanna, que edita Elenvés, tras “La casa de La Piedra” de Nieves Chillón. ¿Qué supone para usted formar parte de este proyecto literario?
Me siento muy feliz −y afortunada− de formar parte de esta colección que lleva por título el de la diosa a la que cantó Enheduanna, la primera poeta de la humanidad. También por poder publicar con una editorial que sacan adelante cuatro mujeres. Y por estar tan bien acompañada de Nieves Chillón, poeta muy reconocida y galardonada. Además, la edición está tan cuidada que es un gusto, las páginas de cortesía en verde, la preciosa portada diseñada por Almudena Rubio, la calidad del papel, cada detalle de la maquetación, hace que este poemario se disfrute también como objeto. Y deseo que con su contenido, con todo lo que cuento, poder abrir un camino para que el lector realice ese trayecto hacia el encuentro con lo esperanzador y luminoso de cada vida. Que pueda decir conmigo “Y yo te quiero, cuerpo,/ vulnerable corteza,/ te acojo en mi pupila, te sopeso”.

En la presentación que tendrá lugar en Almuñécar estará acompañada por Álvaro Salvador, uno de los grandes de la poesía española.
Así es, es un gusto y un honor ser presentada por un poeta y catedrático de la talla de Álvaro. Tanto a él como a Pepa Merlo les tengo mucho cariño. Valoro todo lo que hacen por la cultura, en el caso de Álvaro, su labor en el Ateneo de Granada, en Poesía en el Jardín, en el estudio y difusión de la obra de Rubén Darío, y en tantos proyectos en los que integra a poetas de distintas corrientes literarias y diversos sitios. Y en el caso de Pepa, admiro la entrega con la que difunde (a través de sus libros, recitales y puestas en escena) la escritura de mujeres imprescindibles que han quedado olvidadas y apartadas del canon literario.

Y para terminar, ¿algún nuevo proyecto en marcha?
Sí, a final de año saldrá “Islario” una especie de libro de viajes en verso. También estoy trabajando en un poemario relacionado con los alimentos, es todo un reto tratar este tema tan simple y cotidiano, aportar nuevos enfoques después de que los dos Pablos chilenos (Pablo Neruda y Pablo de Rokha) lo abordaran de forma tan intensa y colorista, o que Isabel Allende rescatara sabores y tradición en su Eva Luna.

domingo, 3 de julio de 2022

Gracias a Toni Montesinos (creador del blog Alma en las palabras) por esta simpática entrevista capotiana, tan personal, donde hablo más de lo humano que de lo literario. 


ENTREVISTA CAPOTIANA A MARINA TAPIA

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Marina Tapia.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? El Valle de Lecrín en Granada. Su paisaje de naranjos que bordean la montaña, su tranquilidad, su olor a azahar, su sencillez me transmite la calma que siempre busco.

¿Prefiere los animales a la gente? Depende de qué animal (me dan miedo los perros) y de qué personas. Del reino animal elegiría a los pájaros como compañía, y escogería a mi familia y amigos entre la gente.

¿Es usted cruel? No, no podría serlo, soy demasiado empática, y salta rápidamente un instinto compasivo que traigo de serie.

¿Tiene muchos amigos? Muchos conocidos, y algunas buenas amigas. Mi impulso es relacionarme con los demás, soy bastante social, aunque también muy independiente. Me encanta tener mi espacio, disfruto mucho la soledad creativa, y la balsámica y a la vez dinámica compañía de mi pareja. Parece una contradicción, pero gozo del equilibrio entre estas dos actitudes.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? No busco algo determinado, pero agradezco las personas que son prudentes, que no desean destacar a toda costa ni dominarte, que respetan tu espacio y que son positivas, que tienen ilusión por vivir.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? En general no, no tengo unas expectativas determinadas en la amistad. Y, si hay algo que me ha dolido, lo digo con tranquilidad, aunque en general lo paso por alto. Suelo olvidar rápidamente daños u ofensas: esto tiene sus pros y sus contras...

 ¿Es usted una persona sincera? Me gusta ser sincera si eso es lo que pide la otra persona. Hay quienes buscan formas de relación ligera, sin juicios de valor ni comentarios a lo que hacen. Eso también hay que respetarlo, es parte de la libertad humana. Pero si tengo que decir algo, siempre trato de buscar el momento y la forma en la que sincerarme, de no dañar al otro, de no ser dominada por la rabia o el dolor. Todos los conceptos son relativos, todos los sentimientos tienen sus matices y escalas, creo yo.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Leyendo, caminando, y compartiendo con los míos. Y también intento estar sola, aunque sea un ratito al día: me encanta el silencio, así que suelo buscar lugares apartados, o me refugio en la habitación pequeña donde estudio ya que allí el ruido del mundo parece más distante.

¿Qué le da más miedo? Las dictaduras que impiden la libertad de expresión, que matan al que piensa diferente. La deriva totalitaria y populista, la inconsciencia para con el planeta. También la crueldad para con los menos favorecidos, la falta de escrúpulos de las élites económicas y políticas.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? La violencia, en especial contra los que no se pueden defender. Me cuesta verla incluso, aparto la cara, ni como posibilidad estética me parece una opción.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Me hubiera gustado ser profesora de una escuela rural, trasladar a otros el entusiasmo por la cultura, por aprender, por reflexionar, por cuestionarse la realidad, por crear. O trabajar en un invernadero de plantas de interior.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Camino a diario, callejeo mucho o voy a los pinares que tengo cerca. Y nado cuando puedo. No me importa qué época del año sea, nací en el Pacífico con mares muy fríos −hasta en verano−, así que puedo nadar perfectamente en invierno. El mar te llena de energía, experimentas en él sensaciones casi ancestrales.

¿Sabe cocinar? Sí, ¡me encanta! Sobre todo aprender platillos nuevos. Siento curiosidad por cocinas de todo el mundo. Me gusta jugar con la estética del plato, a algunos les llamo “platos poéticos”. De hecho, estoy escribiendo un acercamiento poético al mundo culinario desde distintos ángulos.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Escribiría acerca de mi pareja, el escritor Ángel Olgoso. Tendría mucho que contar, rescataría lo que no se aprecia tan claramente (ya que su literatura, por lo general, es más oscura e inquietante) y él es una persona luminosa, imaginativa, alegre −hasta pícara− y con un exquisito humor británico. Yo rescataría la parte humana y única de Ángel, su entrega para conmigo.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Justicia.

¿Y la más peligrosa? Dudo entre ignorancia y odio.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Nunca se me ha pasado por la cabeza.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? A pesar del descrédito de los políticos, ganado a pulso, sigo creyendo en un mundo donde exista un pacto social, donde el bien común sea una prioridad, donde no esté el poder en manos de unos pocos. Y el ecofeminismo me parece la síntesis más acertada para el momento actual.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Una planta trepadora o un árbol.

¿Cuáles son sus vicios principales? Vicio, lo que se dice vicio, no tengo. Aunque me gusta tomar una copita de buen vino de vez en cuando.

¿Y sus virtudes? Soy desprendida (me encanta hacer regalos hechos por mí a otros) y  una buena oyente para los demás. Creo que tengo un espíritu tranquilo y entusiasta e intento ver el lado positivo de todo y de todos.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Me imagino que abrazaría mentalmente a mi hija y a mi pareja, a mi familia. Aunque la mente es imprevisible y quizás pensaría que me faltó regar las plantas, por ejemplo, o dónde estarán los de salvamento cuando se los necesita.

T. M.


Reseña de Santos Domínguez

         



DOS LIBROS DE MARINA TAPIA


Santos Domínguez


ANDADURA


Mutismo de las plantas, de las rocas,
inaccesible canto de las aves,
por todas partes grutas de silencio,
abismo que no alcanzo a descifrar.

Lenguaje sin palabras.

Destino,
herencia,
sello que nos marca.

Vuelvo a la tierra siempre para oírme,
para acallar al mundo, su discurso,
sus comentarios nimios, las querellas
dialécticas y vanas.

Refugio mis oídos en el bosque,
sin mediación de nadie,
sin tutor.

Feliz ocupación
moverse en las estancias del vacío,
hallar en su sosiego
un verso diminuto que germina.


Con ese poema abre Marina Tapia su libro Bosque y silencio. Y a partir de ese texto inicial, con los pinares de La Zubia al fondo, se inicia una conversación con el paisaje en busca de la belleza externa y de la identidad propia desde una mirada contemplativa a la naturaleza, desde ese lugar en el que se cruzan lo interior y lo exterior, la observación y la meditación para culminar una travesía física y espiritual en busca de la médula que da título a la parte central del libro, cuya parte final es una reflexión sobre los límites de la poesía y la palabra, del tiempo y la memoria:


Destilación de tiempo,
de voces,
de clamores.

Me sostendrán la ramas de tus versos
en todas las pendientes de la vida.


Esa misma fusión de mirada al paisaje y meditación, de palabra y naturaleza, de memoria y presente recorre los poemas de Corteza, que es la transposición poética de un itinerario personal de afirmación en la travesía desde el pasado, en el crecimiento desde las raíces profundas a las ramas altas, en la celebración de lo femenino, como en este ‘Verbo que sobrevive’:


Soy, sueño, vivo, me levanto,
soy niña
que aprende a masticar la savia del lenguaje,
soy mujer
que pare con conciencia
criaturas que puedan
caminar por el mundo,
caerse, rebelarse, decidir.
Estamos conectadas como una red de aljibes,
un engranaje anclado en los afectos.

Y así seguimos juntas repartiendo
nuestra octavilla blanca de paloma
y nuestra libertad de enredadera
sobre este mudo asfalto.