Qué mejor forma de celebrar ayer el Día Mundial del Teatro que la alegre y emocionante mañana en el IES Hermenegildo Lanz, actuando en su escenario para los alumnos (kamichibai, títeres de mesa y varilla y teatro de sombras) e inaugurando su Aula Histórica del Títere, a la que he donado tres personajes (Concha Méndez, el Duende las palabras, y el pirata Olgoso) que se suman al impresionante legado de la familia de Sebastián Pérez Linares. Los profesores del centro, Juan José Montijano y nuestro querido Ismael Ramos, son los impulsores de esta iniciativa que recoge admirablemente el espíritu vanguardista de la Edad de Plata y la amistosa complicidad creativa del trío formado por Lorca, Falla y Lanz, quien tenía por lema “A todo me sumé siempre que fuese bueno, bello y justo”. Gracias a mi compañero Ángel por las fotos y la logística.
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