Muy agradecida a Miguel Arnas por la reseña que tan generosamente le regala a mi libro Un kilim de palabras (El Sastre de Apollinaire) publicada hoy en el diario Ideal.
UN KILIM DE PALABRAS
Por Miguel Arnas Coronado
“Este mundo, que con otras construyo”. Ese es el comienzo de uno de los poemas de este libro. Este es el golem que el creador fabrica para arrimarse al Creador. ‘Poiei’, de ahí poesía, en griego significa fabricar desde la nada: el poeta inventa desde las palabras. Pues un kilim es una estera o alfombrilla utilizada, también, para la oración islámica. Y así está erigido el poemario, como trama o tejido de palabras, de frases, de imágenes, de versos.
Cuatro partes la conforman y, excepto la última, dedicada a la poesía, personalizándola, las tres primeras son grito de atención, llamada a las mujeres, tapiz de palabras, trenzado con el que reza a su condición, en genuflexión sobre el discurso. “Lengua materna, dame tu calor”, verso del primer poema: madre que otorga y calor del lenguaje. No se piense en un panfleto. No es poesía militante a secas. Es poesía, y lo demuestra en el poema dedicado a Elena Martín Vivaldi diciendo: “Cuando tu veros nombra: caben y caben noches en una sola frase”. Y en la última parte, platicando con la poesía, dice: “Por ti me volveré semilunar”, alusión a ese misterio mitológico y místico en el que la luna se feminiza y la fémina se lunariza.
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