SIMILITUDES
Agudo como canto de campanas,
con prisa e inquietud,
así,
así sueles venir,
y queda atrás el hoy que entretejía.
El hoy…
cómo te teme.
Tú, gran derrocador.
Y si los aguijones del pasado
se entierran con sus tramas en mis letras,
llega tu cuerpo-espada y me sacude.
Tú traes ese sello,
una espiral de nuevas añoranzas.
¿Moverás mis hechuras y el tiempo
más allá de mi muerte?
VISITA
Cuando quedo agotada de amar,
cuando me aferro a ti
-metal incandescente-,
cuando soy un collar
de perlas
que ha perdido
su hilo por la cama,
cuando todo este fuego
se nos torna ceniza,
entonces me visita
la paz.
TEOREMA
Centesimal
finito
tan de restas
es mi vocabulario tan vacío.
No puedo hablar de ti
de tu compleja tabla de variantes.
Y eso que era yo
la que decía:
el día es una recta hacia la noche
y miden setecientas hectáreas mis anhelos.
Sí
yo fui la que cantaba los axiomas
secretos de los días
la atenta pescadora
de ríos de papel.
Y hoy mis mediciones
no logran apresar la intimidad
no pueden dibujar con precisión
la curva de ese hueco
que dejan tus rodillas.
Yo que atajé pronombres doblando las esquinas
y abusé del licor de una vocal
heme aquí
sin texto para el tímpano
y tu definición que rueda
que se pierde
que cae
cuesta
abajo.
Eres teorema
blanco de preguntas
caleidoscopio ardiente
núbil
pasajero.
Se queda tu rumor sin expresión al filo de mi lengua.
No puedo adjetivarte
no puedo retratarte
en un poema.
OÍDO
Acércate al reinado del oído,
desciende a su rosado pabellón,
planea como un ave
encima de su gruta.
Y entibia las palabras o humedece
la trabazón aérea de las frases
que dictan tus impulsos.
Y sé reiterativo si te place,
osado al escoger
la historia, los poemas que me avivan,
que toda mi jauría se despierta si escucha tu llamada.
Ah, ¿cómo prohibir
al tímpano que guarde
cada risa y ahogo,
cada voto y suspiro
que sale del arroyo de tu boca?
RETRATO
En el olor abierto de la cama,
tu cuerpo recostado.
Tobillos: escuadra y cartabón.
Suaves líneas te forman,
tan llenas de tensión que coronaran
este decir
de dádivas y ruegos.
INCLINACIÓN
Sólo sé
cuidar de cada pausa entre los días,
cada gesto
alumbrando
(con mi boca candil)
aquella expectación
que me visita.
Comprended
si no puedo
hablar con ese idioma de ganancias,
de apuestas
y ascensiones.
Dadme un hogar
y dadme el horizonte de una mesa
que empieza en lo pequeño mi batalla.
Solo sé definirme
en el rito de amar.
¡Felicitaciones poeta Marina Tapia! Estupendos poemas que nos acercan al amor inefable. Me fascinaron esos versos que dicen lo indecible del sentir más universal: "No puedo adjetivarte / no puedo retratarte / en un poema."
ResponderEliminarMuchas gracias por sus lindas palabras, siempre alienta sentir que los poemas transmiten y gustan, sobre todo si el elogio viene de otro poeta y creador.
EliminarAbrazos!!
Marina Tapia