Marina Tapia: Convivencia de cierre del Taller de Poesía de la Zubia

Este pequeño libro que tenemos en las manos es una verdadera joya, porque recoge algo vivo, porque aúna la ilusión y el entusiasmo por componer y por pulir poemas de creación personal y eso −en estos tiempos tan materialistas y faltos de pasión por el lenguaje− supone un logro de inmenso valor.

En el conjunto veremos una muestra del caminar poético dentro de un curso (febrero a junio) realizado por Carmen, Herminia, Jorge, José Domingo, María Jesús, Margarita, Pedro y Susana. Hallaremos escritos que reflejan muy bien el mundo interno, el imaginario y las emociones de todos ellos, y encontraremos también poemas dedicados a La Zubia, localidad en la que se realizó este taller promovido por el Ayuntamiento del pueblo.

En las sesiones hubo espacio para comentar textos que iban desarrollándose a partir de propuestas y ejercicios y, además, siempre hemos reservado una hora del taller para analizar la obra de alguno de los poetas clásicos y modernos que han nutrido, que han iluminado nuestra literatura. Autoras y autores como Elizabeth Mulder, Luis Cernuda, Juana Castro, Jorge Teiller, Concha Lagos, Gonzalo Rojas, Concha Méndez, Lucía Sánchez Saornil, Pilar de Valderrama, Pablo Neruda, Rafael Guillén, María Victoria Atencia, José Ángel Valente, Nicanor Parra o Miguel Hernández, enriquecieron nuestra visión de la realidad, ampliando a su vez nuestra mirada.

Siento que he tenido mucha suerte al coordinar un grupo de personas tan valiosas que tanto me han aportado. Recordaré con gusto nuestras sesiones, el clima de compañerismo que se creó y los excelentes momentos que hemos generado. Y volveré a sentir el calor humano y especial de cada uno. Durante este verano recordaré a la serena y vitalista Carmen, a la dulcísima y reflexiva Herminia, el universo tan auténtico e interesante de Jorge, la ironía y la curiosidad lingüística de José Domingo, el análisis preciso y la sensibilidad de María Jesús, la sabiduría y la visión cosmopolita de Margarita, la pasión a la par por la ciencia y la poesía de Pedro, la agudeza y profundidad de Susana.