Todo un honor acercar mi mirada lectora a Mnemosine, este excelente libro de una maestra de la poesía, Dionisia García, en la revista digital Masticadores.
CARICIA DE RETORNO by Marina Tapia
A raíz del reciente Premio de la Crítica en lengua castellana este 2023 a “Clamor en la memoria” de Dionisia García, he vuelto a leer “Mnemosine”, el tercer poemario de la autora, y nuevamente me he maravillado con la destreza lingüística de su trabajo.
“Mnemosine”, publicado por la editorial Tigres de Papel dentro de la colección Genialogías en 2019, es una impecable reedición de este volumen fundamental en la carrera de la poeta, un libro destacado por la crítica y por los historiadores de la literatura (tal como lo explica Idoia Arbillaga en su completísimo prólogo). Como ya sabéis, la Asociación de poetas Genialogías favorece que las obras de grandes autoras puedan estar al alcance del público lector, por eso no podía faltar esta reedición de una creadora como Dionisia en su colección.
El libro es una ola que trae a nuestra orilla la idea del tiempo, de las estaciones, de ese pasado −con su universo de recuerdos y proyecciones− que vuelve una y otra vez hasta el presente para mezclarse con él. La cita de Henri Bergson que abre el conjunto es del todo esclarecedora respecto al hilo conductor que atraviesa esta obra: “Lo posible es el espejismo del presente en el pasado”. Y, para explicar este elemento, la autora se vale de los contrastes y fricciones entre dos épocas. En el poema “El tiempo de una espiga” podemos apreciarlo:
Sucumbirán al tedio los hijos de los hijos, / tendrán la piel ajada del reposo, / y en un horno del sol entibiarán sus cuerpos / para hacer el verano. / Nosotros ya seremos la espalda del olvido, / nuestro rostro sin luz / habrá doblado el tiempo de los ojos, / irá rozando espacios sin que nadie lo advierta”. Hay una mirada a lo colectivo realizada con hondura y plasticidad. La poeta no sólo refleja el paso de los años en su realidad y en su entorno, también dirige su mirada hacia la humanidad: “Varias generaciones marcadas por palabras”, “allí pereceremos en la duda, / campeadores mansos, sin destino, / cuando implacables ansias sin finales / nos acerquen sumisos a nosotros”, “somos marcados hitos, importancias del cosmos, / ángeles adheridos a una mancha plomiza.
Los poemas de “Mnemosine” son textos para degustarlos pausadamente, que permiten la relectura, el apunte de versos en la libreta, el recitado en voz alta. Con esta calma propicia que traen los veranos, os animo a entrar en los mundos particulares y únicos de Dionisia García. Aquí encontraremos poemas conceptuales pero sensitivos, con ecos de tradiciones y ritos antiguos, pero también pasajes circunscritos a la vida moderna, envueltos en corrientes de palabras en desuso (como zahón) y en términos modernos (como country). Hallaremos un lenguaje que armoniza y compendia la manera de expresarse de varias generaciones y que traen ese sabor de un pasado que aún nos interpela. El culturalismo de la autora se vuelve cercano, y vence la oposición inicial que podamos tener como lectores de este siglo (domesticados por una avalancha de lecturas fáciles y digeribles). Al adentrarnos en los sonidos y en las ideas tan estimulantes de esta autora, al cobijarnos bajo la bella complejidad de sus composiciones, sabemos en ese momento que ha sucedido algo cercano a la magia, que tenemos ante nosotros palabras empapadas de intención, ese lenguaje rico y vivo, con mayúsculas, que tanto escasea en la actualidad.
La poeta destaca sobre todo al perfilar emociones sutiles, sensaciones ambiguas en las que sabremos reconocernos (“cómo gime diciembre en esta tarde / y cómo lo inestable invade la esperanza” o “desazonaba el miedo abrochado a nosotros”).
En el bellísimo poema “Transcurrir”, Dionisia parece realizar un autorretrato de su vocación: “Soy lenta melodía, imborrable escritura, / mientras caen sin aviso las sobras de los cielos. / Te doy mis ojos húmedos de letras; / no tengo más haber que esta andadura / ni más bagaje que mis intenciones”.
“No podemos perder nuestro ritmo de azares; / nos espera otra prisa [...]”, expone la autora, y coreamos con ella el deseo de que nos espere otro apremio, otro acicate, de correr tras afanes más intensos y trascendentes −como los que han marcado el norte de su poesía−, de que otros afanes menos simplistas y planos se engarcen a la creación y a la comunicación.
“Mnemosine” también incluye una entrevista muy interesante, fresca e inteligente a Dionisia, realizada por Cristina Morano, y que nos lleva a adentrarnos aún más en el trabajo y en la carrera de esta murciana de adopción, mujer muy activa culturalmente e imprescindible dentro del panorama poético español. También disfrutaremos con el excelente prólogo, mostrándonos a la autora dentro de las generaciones y grupos con los que guarda relación y afinidades estéticas. Os invito a leer este poemario generoso y reposado como el buen vino, a celebrar la intensidad, las imágenes y la música de esta obra. A hacerle justicia a una autora −tal como se dice en la introducción− “cuyo reconocimiento es tardío y nunca equiparable al de tantos otros poetas varones coetáneos, que la igualan en talento muchos de ellos, desde luego, o que ni de lejos la alcanzan, tantos otros”. Celebremos el arte de leer activo, reflexivo, indagador, y que se deja traspasar por la buena poesía.
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